De piel y huesos. - Ani 

25.10.2018
  • Un hormigueo me recorre por los dedos. Una mirada achinada y un calor me envuelve para después abandonarme y dejarme desahuciada, pensando en algo que no está, que no deja de pasar por mi cabeza una y otra vez. Y no es solo su nombre, ni el olor de su piel que ahora conozco de cerca, ni su beso húmedo en medio de la música. Es ella, toda, completa. Invadiendo mis pensamientos y robando la calma de que todo está cerca y todo está bien y que todo lo que quiero que pase pasa cuando menos te das cuenta, y que si lo deseas con muchas fuerzas se cumple por mas ínfimo que sea.
    Siempre pensé que las casualidades no existían, las causalidades estaban por todos lados en mi vida. Nunca voy a olvidar en el día en el que la conocí sin ella conocerme a mi, mirarla de lejos y verla ahí, tan hermosa y tan lejana pensando que alguna vez mi timidez iba a desaparecer para luego poder charlar con ella. Pero no, pasó. Pasó el tiempo, los días y mi timidez tan persistente seguía ahí. Entonces me resigné y la alejé de mis pensamientos, intenté sacarla de mi como quien se saca una campera abrigada en medio de un día de invierno. Ponerla lejos porque sabía que era imposible, la distancia que nos separaba, mis ganas de escribirle y no poder hacerlo. Yo, alejando de mis pensamientos lo que deseo. Ella, en otro lado del paralelo. Pero como un imán su nombre se acercaba de nuevo. Un cosquilleo en el estomago con un me gusta en facebook. Un sueño, húmedo en medio de la soledad en mi casa mientras dormía. Un beso que existía en mi imaginación. ¿Por qué escribo? porque es el único lugar en donde lo que deseo se hace realidad, y siempre, en mis cuadernos abandonados estaba ella. Hecha realidad, lejos.Enloqueciendo pensándola y no haciendo nada más que escribir.
    Pero hoy le escribo a alguien que ya no me parecía humana y que ahora lo es, real...de carne y hueso. Real...de pelos y piel. Real...de boca y saliva. De voz y aliento. Besar cada palabra que decía, ella no se daba cuenta mientras intentaba acordar la distancia que nos unía, derrumbar el muro que yo había creado. Y cerrar la noche, con un beso que había imaginado no sé cuantas veces y que al fin había pasado: dulce, suave, lento...lleno de ella. De lo que era. Porque jamas aunque lo había intentado había dejado de pensar en ella. Ahora escribo, de nuevo con un poco de tristeza. Porque la distancia no se explica, ni se entiende y quema. 
  • -Ani

Ph: @floppypallero

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